Durante los últimos años se han popularizado las distintas ventajas que ofrece la inteligencia artificial sobre muchos aspectos de la vida cotidiana, algunos ejemplos: robots-aspiradora, filtros SPAM en nuestro correo, anuncios personalizados en función de búsquedas, y un largo etcétera. Si bien esta tecnología aún no alcanza el nivel que esperaba Alan Turing en los años 50 del siglo pasado, su crecimiento y aplicación en ciencia y tecnología es imparable.
Sin embargo, ¿cuál es su impacto en específico sobre la calidad del aire? En primer lugar, hay que considerar que la calidad del aire es uno de los grandes problemas que enfrenta nuestra sociedad, concentrada en ciudades y dependiente de combustibles fósiles, pero también en zonas industriales. En efecto, según datos de la OMS, 7 millones de personas mueren de forma prematura a nivel mundial por la mala calidad del aire, mientras que sólo en América Latina, 150 millones viven en ciudades que exceden los niveles recomendados. Actualmente, existen herramientas que permiten conocer y analizar la calidad del aire en tiempo real: a nivel mundial como WAQI, y a nivel local tenemos la página del SINCA o de la Red Meteorológica. Pero, además, la Inteligencia Artificial genera la capacidad de manejo, almacenamiento y gestión de estos datos y de otras estaciones continuas de monitoreo, que pueden ser usados para analizar y/o predecir peaks de contaminación atmosférica mediante el entrenamiento de modelos de aprendizaje automático a partir de redes neuronales (ANNs), máquinas de vectores de soporte, entre otros, hasta con 72 horas de anticipación. Los resultados que se obtienen se suelen comparar con la predicción de un modelo estadístico ARIMA, considerado el benchmark en estos casos.
Nuestra empresa ha desarrollado con éxito modelos de ANNs, ARIMA y WRF-Calpuff para predicción de contaminantes gaseosos y material particulado, los cuales han sido integrados a la Plataforma de Gestión Integral de la Calidad del Aire, MIMAire, la cual hoy está operando exitosamente en el sector minero para el pronóstico de variables meteorológicas, dióxido de azufre (SO2) y material particulado respirable, de tal forma de optimizar la toma de decisiones operacionales en forma anticipada para evitar episodios de contaminación atmosférica. MIMAire también tiene un módulo para el monitoreo en línea de la calidad del aire y conectarse con la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA). (Fidel Vallejo, 2021).